Día a día,
noche a noche,
ese malestar te consume,
ese malestar te abraza.
Y sentís,
como te quema en la sangre
como te desgarra la piel
hasta dejarte desnudo.
Podés pelear,
podés tratar de escapar,
pero sin embargo eso siempre va a estar,
latiendo como si fuera tu corazón.
Entonces me dejo ganar,
en la cama desfallecer,
y una vez más,
abrazo a esta enfermedad.
1 comentario:
la enfermedad
como el patíbulo
nocturno,
silencioso,
de todas nuestras dudas
Publicar un comentario