Cierro los ojos,
cierro los ojos y te veo.
Ahí en el jardín,
mirándome,
preguntándote quién soy,
a dónde voy,
por qué estoy ahí.
Yo me acerco,
lentamente,
siento como voy flotando entre las hojas,
el viento me guía.
Y cuando me encuentro con vos,
sin preguntar,
sin decir nada,
te beso.
Entonces el tiempo se para,
los hojas dejan de revolotear,
el viento deja de soplar.
Y es que esa conexión,
que sentimos la primera vez,
es ese sentir,
ese querer,
que tanto buscábamos.
1 comentario:
un poema que escribí hace tiempo...
el- de su cuerpo saco cenizas
ella- la mansedumbre roja de su sexo
el- inventó juegos perversos
ella- sostuvo la mirada complacida
el- entreabrió las manos
ella- sumisa, encorvó su cuerpo
el- sorprendido levantó el suyo
ella- goteando piel
el- bebiendo
ella- casi muerta
el- casi vivo.
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