Amor Prohibido

Empecé a buscar un amor que me acompañara,
Así sola no estuviera.
No había lugar por donde no mirara,
Quería ser de alguien, su compañera.

Busqué en cafés, plazas y bares,
Pero nadie respondía al llamado.
Busqué bajo mi cama, en el techo y en los aires,
Más nadie quiso ser mi amado.

Entonces me senté a llorar en el suelo,
Nada me podía alegrar.
Sin saber que pronto llegaría mi consuelo,
Pero que no era lo de esperar.

El filo se me acercó, egocéntrico y suspicaz,
Y comenzó a susurrarme.
Me contó que todo mal de arreglar era capaz,
Y que de él debía enamorarme.

Cerré los ojos y me negué,
Más el siguió insistiendo.
"Tu destruyes a las personas" critiqué,
"Pero ellas estaban solas y yo las acompañé", respondió sonriendo.

Me prometió que no sufriría nunca más,
que sólo su meloso filo debía usar.
Lo admito, no me eché atrás.
Y juntos, empezamos a jugar.

"Qué paz, qué tranquilidad",
le dije sonriendo a mi nuevo amor.
Me sentía llena de vitalidad,
Ya no sentía dolor.

Continué mi amorío con el filo
Y poco a poco, empecé a dudar.
Y un día con vacilo
Mi alrededor comencé a contemplar.

Tan cegada por el amor estaba,
Que no vi ni mi propia piel.
No noté el daño que causaba
Ni cómo había estado bajo un engaño cruel.

La gente alrededor sufría,
Con desesperación me pedía que parara.
Esta relación prohibía
Que el dolor me dejara.

Sin embargo no podía dejarlo,
Enamorada estaba.
Aunque trataba de callarlo,
El filo siempre contestaba.

Por este amor morí,
Cual Romeo y Julieta.
Excepto que el filo no murió por mí,
Simplemente desapareció tras una grieta.

Cuando más triste estoy,
Busco a mi viejo Cupido.
Aunque yo soy siempre la que voy,
A el no le molesta este amor prohibido.