17/6/13

Cartas de amor: 3

Perdida me encontraba en aquel bosque; los árboles fantasmales no me dejan ver, sus sombras me perseguían, cual niño juega a la mancha, y yo corría, desesperadamente corría y me escondía. Largas tormentas pasé en mi escondite, mirando la lluvia caer pero sin atreverme a mojarme, vientos fuertes surcaron al bosque, pero yo seguía entumecida en mi rincón.
Un día salió el sol, y yo, extrañada, me asomé a ver que pasaba. De a poco me animé, una que otra vez tropecé, pero salí de mi guarida. Y ahí estabas vos, con tu simple sonrisa, con tus brazos abiertos, con tus ojos dispuestos. Y mis miedos y mis fantasmas desaparecieron, corriendo a tu abrazo fui y entonces entendí, que miedo ya no tenia por qué vivir. Tormentas pasaron? Si, pero no me duele que la lluvia me moje. Vientos soplaron? Si, pero disfruto de como acarician mi pelo, como tus manos, dulce perdición en la que me envuelvo y me quedo. Me quedo pero sigo, agarrada de tu mano, juntos caminamos por ese bosque, sorteando a las sombras, riéndonos de la oscura noche, caminando a la par.
Hoy te digo gracias, por haberle dado sentido a mi enfermedad, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver, y vos, me das ganas de ver, de sentir, de desear, de volver a soñar. Y sé que puedo hacerlo tranquila, porque tu protección siempre está y si algun día te caes, la mano mia siempre estará.
Te amé, te amo y te amaré, no sé por cuanto tiempo lo haré ni me importa, yo vivo el día a día y me pierdo una vez más en tu sonrisa.
Gracias por los abrazos, los besos (dulces besos), las palabras, los silencios.
Te amo y siempre a tu lado voy a estar.

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