17/9/12

La lluvia, la noche, las estrellas. Todo giraba alrededor de ella.
Había un silencio intranquilo en el aire, que hacia sentir extraño a cualquiera que mire.
Entoces ese beso irrumpió el momento, se perdió todo en ese sublime tormento.
Sus labios se encontraron con dulzura, conocerse nuevamente les provocaba locura.
Las respiraciones se acompasaban, y no importaba lo que afuera pasara.
El beso terminó, en un minuto a sus ojos unió.
Esa mirada conocida, tan cálida y al mismo tiempo, distraída.
Sabía que estaba en su hogar,
Sabía que no tenía más que llorar.

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