12/6/12

Dame la mano

Temblando y llorando
me viste
pero acercarte
no pudiste.

El otoño vino
con su enojo
derribó todas las hojas de los árboles
pero vos
no supiste como guardarlas.

Y ahora el invierno llegó
y no hay abrigo suficiente
para resguardarte
de aquel frío
de ese dolor.

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