Temblando y llorando
me viste
pero acercarte
no pudiste.
El otoño vino
con su enojo
derribó todas las hojas de los árboles
pero vos
no supiste como guardarlas.
Y ahora el invierno llegó
y no hay abrigo suficiente
para resguardarte
de aquel frío
de ese dolor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario