11/4/12

Invocación, una y otra vez, de aquellos errantes pensamientos llenos de óxido.
Siento como la dulzura de la angustia baña mi corazón, quizás para siempre.
Estas pupilas sonámbulas sueñan en aquel lugar seguro, donde las noches espectrales no existen, simplemente la suave brisa de verano.
Sin embargo, las ideas fugitivas descubren ese mundo roto, no hay nada que les suene más apetitoso que el propio apocalipsis.
Los vidris rotos de la memoria me cortan los pies, incapaz de caminar, sucumbo a su reverencia.
El círculo vicioso comienza, las palomas vuelan de mi cabeza dejando nada más que excremento, tonterías que luego traducen mi boca, la cual ya no puedo controlar.
Soy Alicia cayendo en el pozo, llena de cicatrices, en busca del conejo echo terrón, mezclado en la conciencia.
Meter mi mano en aquella taza, crear la confusión, tener miedo al después.

No hay comentarios.: