9/1/12

Aparecía imperceptible, traductora de la diáspora de las palabras frágiles, piedras ardiendo bajo la nostalgia.
"Hola", divagante dió un paso. Lleva sus manos perpetuamente dormidas, vagabundas. De su boca resbalan manuscritos sin sellos, mansas señales y sin querer, catástrofes, triángulo de peso.
Penélope, mitad pájaro, asciende al volcán perdida y respira majestuosa:
"En la redondez del centro, saltan placeres, lúgubres atardeceres".
Deshojada, regresó a su ejercicio, aniquilando su imaginación.
"Sufro. Me desvelo ya que nunca descubren recuerdos. Las cerraduras amarillas, terrible engranaje, obnibulan sus transformaciones"





Entrevista inacabada, garganta herida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me he quedado con ganas de más, de más historia, de más Penélope. ¿Por casualidad piensas seguirlo? :) Me ha encantado.

Saludos ♥
http://jevaistaimertoujours.blogspot.com