22/12/10

El sol resplandecía, brillante e imponente. "Claro" pensé, después de todo, eran vacaciones y había un montón de razones por la cual tenía que ser un lindo día. El viento pasó y me acarició, haciendome respirar todos los aromas de las flores y los árboles, los cuales acepté de buena gana y dejé que invadieran mi ser, divirtiendo a mi nariz. Me saqué los zapatos y pisé el suelo, cálido y abrasador, que me dieron un sentimiento de relajación.
Todo eso era mío; el calor, los aromas, el viento. La libertad se sentía en carne viva y hacía bien. Alcé mis ojos hacia el azul cielo y sonreí. Hace cuánto que no me sentía así?
El verano comenzó.

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